Propósito de año nuevo: RECICLAR, REDUCIR, REUTILIZAR.
Propósito de año nuevo: RECICLAR, REDUCIR, REUTILIZAR, sí, sí, todo con mayúsculas, que es muy importante para el futuro inmediato.
Nos creemos que hemos inventado algo nuevo con esto del reducir, reutilizar y reciclar, pues no, lo siento, pero no.
Hace años la gente reducía el consumo, porque lo normal era no consumir, comprar solamente lo que era necesario, lo que era imprescindible en cada momento.
Las personas reutilizaban: entre otras cosas, la ropa. Si una mujer engordaba le regalaba su ropa estrecha a una amiga delgada, o a una hermana, o a una vecina, … Los niños hace años también crecían, por supuesto, la ropa también se quedaba pequeña, por supuesto… lo que ya no les venía era para el hermano menor o para un primito o para el hijo del vecino.
Las personas reciclaban. Los envases, por ejemplo, se devolvían a la tienda a cambio de un ligero descuento al comprar la siguiente botella de leche o de vino o de gaseosa…
¡Hasta las mascotas reciclaban! Mis tíos daban a su perrita los restos del arroz de la comida, a los gatos el pan duro mojado en un poquito de leche o en caldo o en agua.
Así que no nos creamos la mejor generación porque somos, precisamente, la peor hasta el momento. Todos los problemas que tenemos que solucionar para no destruirnos a nosotros mismos vienen precisamente porque hemos hecho muchas cosas mal, pero, sobre todo, porque durante un tiempo hemos olvidado totalmente la regla de las tres erres y muchas otras más, como el respeto a la naturaleza, el amor a las cosas sencillas, el inestimable regalo del tiempo, la compañía y la ayuda a los demás, en lugar de comprar y estrenar.
Ahora tenemos que cambiar la tendencia y esto no es tan fácil como cambiar una moda.
Precisamente ese es parte del problema: la moda. Nos han acostumbrado a que lo que no está de moda es feo, nos resulta hasta raro verlo.
También nos han acostumbrado al usar y tirar. ¿Para qué vas a lavar los platos si puedes usarlos de papel? Imaginad el desastre si esto se hubiese convertido en un hábito, parece una barbaridad utilizar siempre platos desechables, ¿no? Pues quizá si lo piensas un poco también te parecerá una barbaridad usar pañuelos y servilletas de un solo uso.
Y también nos han acostumbrado a regalar: regalar por el día de la madre, del padre, cumpleaños, navidades, todo es consumo y, por supuesto, los regalos, si no son nuevos, no se consideran regalos. Otra mala costumbre de nuestra estúpida generación.
Somos muchos y además parece que seamos tontos.
¿Hay quien todavía no se ha dado cuenta de que lo que sobra en el planeta son humanos?
Y lo peor es que la mayoría de la humanidad todavía está en otro momento de su desarrollo y solamente desea poseer más y más bienes de consumo, estrenar artículos y regalar objetos a sus seres queridos.
Pero no pensemos que uno de nosotros nada puede hacer, no es así, cada uno de nosotros puede aportar su granito de arena, puede tomar al menos una decisión sostenible de cara al próximo año, puede contarlo a sus amigos, compartirlo, contagiar de nuevo las buenas costumbres de antaño.
Yo, de momento, ya estoy pasándome a las servilletas de tela. Es un cambio fácil y no voy a quedarme sólo con eso, seguramente conforme avance el año se me irán ocurriendo muchas más, seguiré añadiendo acciones sostenibles y tratando de convencer a quienes tengo a mi alrededor para que las lleven a la práctica también.
Ya os iré contando…
Hasta entonces… ¡¡FELIZ AÑO NUEVO!! (También con mayúsculas, por supuesto)
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